Y entre toda esta gente
que no conozco y que,
gracias a dios tampoco
me conoce, una nube me
recuerda a ti, se parece
a tus fosas nasales.
Sigo sentado ahi, hasta arriba
de esta montaña sin nada
mas que piedras que se desmoronan
con facilidad y una que otra
cerveza que algun descuidado
dejo por accidente.
Mientras sentado y mirando
esa nube y pensando en ti, me
imagino esa escena; tu me ves,
yo corro, sin zapatos y tu sonries
y me besas.
No me preguntas -¿que me trajiste?-
pero aun asi, yo te respondo, -te
traje un Said de vuelta, loco y lleno
de vida, de ti-.
Que miserable soy, en realidad
me moria de ganas de comprarte algo,
lo que yo te queria regalar
era un mofle.
jueves, 24 de abril de 2008
...Cumulus...
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2 comentarios:
yo no se mucho de mujeres, pero cuentan x ahi algunos hombres experimentados, q los mofles no son el mejor souvenir
Tu lo has dicho anonimo... no eres experto(a). Y yo tampoco lo soy, no creo que exista alguien experto en mujeres; pero si soy experto en amor, y se que a las personas sea cual sea sea sexo, si les regalas algo con el corazon... es simplemente el regalo perfecto.
Asi me enseñaron a regalar.
(te regalo esa enseñanza)
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