miércoles, 5 de marzo de 2008

...Y entonces...

La muerte me mata,
y el destino, me da risa
y yo a el. Corro a la biblioteca,
buscando esos libros de
paginas ocre, y solo me detengo
en las blancas, plasticas y
blancas, es ahi donde estan
las fotografias.

Te fuiste con decir adios,
mas bien un hasta luego, te veo
el dia que nos veamos, no antes
no despues... sino el mero dia.

Y si anochece otra vez,
y las mujeres ya no se
pintan las pestañas, que no
son mias, aunque no salgo
de vampiro a chupar o que me
chupen, la sangre de victima.

Me dejaste tu
licencia, tu bufanda,
tus cabellos en el suelo
y en mi coche, un poco
de tu pasado y una canidad dudosa
de tu futuro.

No se si fue una estaca
en el corazon, o las cabezas
de ajo para ahuyentar y como
en los examenes, si no puedes con
una... pasa a la siguiente.

(Sin perder los estandares, aunque flexible.)

No me interesa la evaluacion
del concepto ¿que riesgos corres?
claridad ¿que riesgos corro? cantidad.

Es como correr con un cuchillo
empuñado en las manos,
libertad mientras se tiene, pero
en el momento menos esperado,
puedes tropezar... y el cuchillo?

donde la estaca,
o una cuarta abajo del ombligo,
en la espalda,
o un poco mas abajo.

esa ultima, esa es la que mas duele,
en el culo.

3 comentarios:

Dinora dijo...

No te puedes quejar, fue un adiós con despedida, y si la muerte te da risa, esperemos no sea una risa de muerte.. Saludos!

Dinora ;)

Catalina Zentner Levin dijo...

Fuertes, amigo, esas estocadas que te movilizan para que dejes fluir tu poesía, desde lo visceral y sin fisuras.

Said dijo...

Dinora:
asi es, no puedo quejarme me lo advirtieron, segundos antes, pero lo hicieron... y fue hasta luego...

Catalina:
Visceral? si que lo es... desde lo mas profundo de mi estomago, mi pancreas y mi riñon salen estos escritos, que hasta el dia de hoy no se si llamarlos poemas...

a ambas, gracias por visitar este lugar, que a penas comienzo, pero permanecera para la eternidad del espacio cibernetico.